domingo, 10 de enero de 2016

Falta de bateo oportuno dictó la sentencia de los Leones


Félix Pérez fue suspendido para el juego 6. // Foto: AVS


Sergio Toledo (@SergioToledo10).

Los Leones del Caracas vieron truncadas ayer sus posibilidades de lograr el tan ansiado "21", luego de caer por paliza 16 carreras por 6 ante los Navegantes del Magallanes, lo que significó su despedida de la presente contienda al perder la serie al mejor de siete compromisos.

Emociones y polémicas, como de costumbre, no faltaron en la vibrante serie entre los "Eternos Rivales" del beisbol venezolano. La serie se definió en un total de seis cotejos, de los cuales tres culminaron por tres rayitas o menos de diferencia.

Cuando culminó el Draft de sustituciones y adiciones, se pronosticaban dos conjuntos con poderío ofensivo y con un pitcheo de calidad. Con la excepción del pitcheo abridor de los eléctricos, que creaba gran incertidumbre dada la falta de confianza en sus brazos. Joely Rodriguez y Ramón Ortíz fueron dos apuestas por los valencianos, par de refuerzos del caribe que la mayoría de la afición magallanera no conocía su desempeño en el transcurso del año.



Decisiones sólidas se tomaron en el Draft de refuerzos


Bien, los capitalinos, quienes fueron el último equipo en clasificar en la campaña regular, vieron una oportunidad inapelable cuando el abridor de los Cardenales de Lara, Nestor Molina, les llegó disponible en su turno de la adición en el Draft.

Sin embargo, este movimiento no fue bien visto por algunos fanáticos caraquistas y usuarios de las redes sociales, ya que veían como prioridad sumar un bate más de poder en medio del lineup.

De algo había que estar claros y convencidos, como últimos en poder tomar palabra en el Draft, Leones no tenía demasiado de donde escoger para realizar sus movimientos. Las bajas de Cory Riordan y Luis Díaz, fueron un duro golpe a su rotación. Jhoulys Chacín había firmado contrato de ligas menores con los Bravos de Atlanta y no era alocado preguntarse "¿Qué sucederá si mandan a parar a Chacín?". El mismo Jhoulys comentó antes del juego 5 que los Bravos habían hablado con él y, de alguna forma insinuado que querían que parara su actuación en Venezuela, según citó el Periodista Hugo Caraballo en su cuenta de Twitter (@hjcaraballo).

Cabe destacar que, Molina fue uno de los mejores lanzadores en la zafra contra Magallanes. El diestro tuvo efectividad de 2.42 en cuatro aperturas (22.1 IL) donde ganó dos y no perdió. Así que, la mejor manera de enfrentar a esa maquinaria filibustera, era reforzando tu base de pitcheo, que días antes sufrió dos bajas importantes.

Más discutida aún, fue la adición de Anderson De La Rosa. El careta, también perteneciente a los crepusculares, cayó como sorpresa al realizarse el anuncio. De La Rosa llegó con la función de ser el back up de Torrealba en la serie.

Miguel Ángel García, Asistente para la Presidencia para Asuntos del Beisbol, dijo "De La Rosa es un seguro. No podemos jugar a la ruleta rusa con 2 catchers, tomando en cuenta el desgaste de Yorvit", según informó la Periodista Andreina Salas.

Movimiento que, aunque disguste a algunos, se veía lógico según la necesidad del equipo. Anderson, de igual forma, le dio un poco de profundidad a la cueva, otra falencia del equipo de la Capital venezolana.



Falta de producción con hombres en base fue la clave


Una alineación que, regularmente, contó con una línea conformada por Henry Rodriguez, Félix Pérez, Alex González, Jesús Guzmán y, en su llegada, Asdrúbal Cabrera, era razón para intimidar al pitcheo naviero, eso sin sumar el plus ofensivo que aportó Yorvit Torrealba esta temporada.

No obstante, los resultados no fueron los esperados. Los Leones batearon .224 (98-22) con corredores en las bases a lo largo de seis compromisos de la serie. En los duelos donde el equipo cayó derrotado (1, 2, 4 y 6), promediaron .119 (59-7) con solo seis carreras impulsadas. Un contraste total, si tomamos en cuenta cual fue el promedio en las dos victorias.

En los careos tres y cinco, donde Leones salió airoso, el equipo bateó .385 (39-15) cada vez que embasaron a un jugador. En el juego cinco hubo una singularidad, ya que del primero al séptimo episodio se fueron de 14-3 sin empujadas. Sin embargo, en el octavo se destaparon y ligaron de 3-2 con cuatro traídas al plato, lo que sirvió para voltear la pizarra y llevarse el duelo.



Cambios recurrentes en el lineup para encontrar la fórmula


El Manager, Alfredo Pedrique, utilizó hasta cinco alineaciones distintas para tratar de conseguir el despertar ofensivo melenudo. Alex González fue cuarto, quinto y hasta octavo bate en la serie. Félix Pérez se alternó entre el tercero y el cuarto lugar, entre otras modificaciones.

Entre el tercero, cuarto y quinto en el orden; el Caracas bateó .231 (61-13) con solamente tres remolcadas, incluyendo 16 ponches y 40 dejados en base. Todo eso en tan solo seis juegos disputados. En promedio, fueron 6.66 corredores dejados en circulación por encuentro, en lo que debía ser la parte más solida de la toletería.

Félix Pérez, el bateador que por muchos es considerado el más peligroso de la alineación, no tuvo una serie fácil. El cubano fue boleado hasta en ocho ocasiones por el pitcheo turco en cinco partidos que jugó. No tuvo la protección que requería.

En el quinto choque de la serie, Pérez fue cuarto bate y se fue de 1-1 con trío de pasaportes. En ese enfrentamiento, Yorvit Torrealba fue quinto y ligó de 3-0 con un abanicado y un total de diez dejados en base.

El bateador más destacado por los pupilos de Pedrique, terminó siendo el guardabosques Trayvon Robinson, quien bateó .346 (26-9) y lideró el equipo en jonrones (2) y fletes (6). Se embasó en cinco de los seis duelos el primer bate.


El pitcheo estuvo a la altura de las expectativas

Desde el inicio, se esperaba solidez desde el morrito caraquista. Una rotación conformada por Jhoulys Chacín, Nestor Molina, Buddy Boshers y Joe Gardner, no daba para pensar en otra cosa. Además, un bullpen conformado por Rubén Alaniz, Victor Gárate, Loiger Padrón, José Ascanio, Juan Carlos Gutiérrez, Luis Sanz, entre otros, daban una base de peso para enfrentar a los bates magallaneros.

Entre los juegos 2, 3, 4 y 5; Boshers, Gardner, Molina y Chacín se combinaron para lanzar 22.1 entradas de solo 7 carreras limpias para un buen 2.85 de efectividad. Sin embargo, los Leones solo pudieron ganar en dos de esos encuentros.

El bullpen no se quedó atrás en su función. En gran parte de la serie, mantuvieron con posibilidades reales de ganar al equipo con efectivas actuaciones. Antes del juego 6, entre Victor Gárate, Rubén Alaniz, Loiger Padrón, Willy Paredes y Luis Sanz tenían efectividad inmaculada en labor de 12.2 actos. 

De hecho, entre el juego 2 y 5, el pitcheo del Caracas se combinó para obligar a batear .177 (62-11) al cuarteto de Ezequiel Carrera, Adonis García, Jairo Pérez y Alex Romero, quienes solo pudieron impulsar tres carreras y conectar tres extrabases. Totalizaron catorce ponches en el lapso.

Otro dato a puntualizar es que, el relevo, en las seis veces que hizo acto de presencia, solo en una ocasión tomó el juego con la ventaja en el marcador. 

Es bastante normal que, a pesar de no haber sido una campaña trágica para el Caracas, se tome esto por la mayoría de la fanaticada como un fracaso. Según indicó el Periodista Deportivo, Luis Peña, ya son siete años sin ir a una final para los Leones, lo que significa la cadena más larga de su historia.



Las estadísticas mencionadas en el texto, fueron gracias a los portales web de Meridiano Televisión y El Abonado.

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